Rostro iluminado, Texto y Obra Pacodecáceres

Posted by Amarande Guzman | Posted in | Posted on 6:13


El sin vivir.
Quisiste creer que era amor y dejaste seguir cada día en la esperanza de que el tiempo todo lo remedia. Las cosas no suceden así. Ese individuo que se pasea por tu casa, no es tu amor, es tu tortura. Esas miradas que te dedica no son para darte calor, son para atormentar tus sentidos. No dejará que brille la luz entre tus ojos; no dejará que el despertar de cada mañana te ilumine de alegría. De hecho, no descansará por mucho que se lo pidas y por más que se lo expliques. Tus excusas de nada le sirven. Tus palabras nada le aportan ni tus lágrimas lograrán calmar la fiera que lleva dentro.
No te engañes a ti misma. Este sin vivir de cada día no tendrá fin a menos que te enfrentes a la verdad. No dejes que el silencio se apodere de tu voluntad. No ocultes las cosas por miedo al que dirán. Deja que tu entorno familiar sepa que las cosas no van bien; busca el apoyo en tus amigos y en los medios que al alcance de tu mano te brinda nuestra sociedad. Trata de encontrar un camino al final de tu suplicio. Aparentemente es más fácil no enfrentarse a la realidad, pero esa realidad va agotando las posibilidades que tienes de salir bien parada del infierno. Deja que el valor se apodere de ti. No permitas que tu única vida se apague lánguidamente sin conocer la felicidad que te mereces. No permitas que se acabe a manos de un maldito que esconde sus carencias y sus fracasos a golpes contra tu persona. Lo más difícil es dar el primer paso pero, una vez que lo hayas dado, verás que tu vida volverá a tener sentido.
La decisión no es sencilla. Son muchos los factores que hay que tener en cuenta. Son muchos los inconvenientes que te frenan; pero tienes que mirar hacia arriba y armarte de valor, sopesar a lo que te enfrentas y dar un paso al frente hacia tu libertad, no olvides que, por desgracia, tu resignación puede llevarte a la muerte.

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